¿Qué es realmente el estrés?
En las últimas décadas la palabra estrés ha sido una de las más mencionadas, tanto por los profesionales de la salud como por la población en general.
Puede ser la causa de muchos síntomas y enfermedades pero también se lo responsabiliza de una gran cantidad de
En 1930 un estudiante de medicina de la Universidad de Praga llamado Hans Selye advirtió que todos aquellos enfermos que él estudiaba referían síntomas comunes como pérdida de apetito, descenso de peso, cansancio, taquicardia, independientes de la enfermedad de base. Surge así el término:
“Síndrome de estar enfermo”.
Tiempo después Selye se graduó de médico y comenzó a desarrollar distintos experimentos con ratas comprobando la elevación de catecolaminas (ACTH, adrenalina y noradrenalina) y la presencia de úlceras gástricas. Este conjunto de alteraciones fueron llamadas “estrés biológico”.
Se define entonces al estrés como la respuesta no específica del organismo a cualquier demanda o amenaza del exterior, sea real o ficticia.
Estos mecanismos se activan para facilitar la adaptación del ser humano a su entorno y lograr una respuesta más adecuada a los distintos estímulos ambientales a los que se expone una persona cada día. Es un hecho habitual en nuestras vidas y no puede evitarse.
Muchas situaciones cotidianas como el aislamiento, ruidos, peligros, hacinamiento, son fuente de estrés.
Tanto los sucesos negativos como los positivos (como por ejemplo el ascenso en el trabajo que podría interpretarse como un hecho
1 · Reacción de alarma: el organismo activa glándulas como hipotálamo e hipófisis localizadas en el cerebro, y las glándulas
Cuando se presenta un estado de alarma o riesgo el cerebro estimula al hipotálamo que libera sustancias llamadas mensajeros. Un mensajero conocido es la hormona ACTH, que una vez que
2· Estado de resistencia: se desarrolla cuando la persona es sometida a agentes físicos, químicos o sociales en forma constante. En este momento el organismo continúa adaptándose.
3 · Fase de agotamiento: sobreviene cuando una situación de estrés que perdura durante mucho tiempo logra que la persona no pueda hacer frente a las demandas del ambiente exterior.
En el aparato digestivo se estimula la actividad y la motilidad intestinal con la producción de diarreas.
Mantienen en estado de alerta a la persona pero disminuyen la capacidad de poder resolver situaciones complejas.
En el aparato circulatorio y respiratorio la frecuencia cardiaca y la presión arterial aumentan. se acelera la respiración.
El flujo de sangre se redistribuye hacia los órganos donde
es más necesaria la oxigenación: los pulmones, músculos y cerebro.
La piel se torna fría por la acción de las catecolamina y la disminución de la irrigación.
Muchas enfermedades de la piel responden a situaciones sostenidas de estrés, como el acné, la soriasis y los eccemas.
Existe una mayor tendencia a contraer infecciones porque el sistema inmuno se deteriora con disminución de los glóbulos blancos. Se postula también la aparición de ciertos tumores relacionados con situaciones de estrés.
Pueden aparecer diarreas, constipación y distensión abdominal. En el estómago es habitual la presencia de gastritis o úlceras.
Las situaciones de tensión y estrés crónico llevan a padecer insomnio de conciliación, es decir dificultad para dormirse,
La concentración se altera y la pérdida de memoria hasta puede ser permanente.
Los trastornos por estrés post traumático provocados por episodios como un asalto, accidente, etc. repercuten en el ritmo del
Los trastornos de ansiedad simulan un estado de estrés con alteraciones en la frecuencia cardiaca, cefaleas, síntomas gastrointestinales y dolor de pecho.
La personalidad también predispone, ya que aquellas personas con personalidad tipo A:
* Agresiva, irritable, están más expuestas al estrés.
¿Cómo se trata?
Es difícil llevar adelante un tratamiento eficaz contra el estrés.
Se logran buenos resultados cuando se aplican distintas técnicas intentando identificar la fuente del estrés, poniendo en práctica estrategias para poder manejarlo y disminuirlo, como estados de relajación que permiten atenuar los síntomas.
Las técnicas de relajación como la incorporación de respiraciones profundas en lugar de las respiraciones rápidas y superficiales que provoca el estrés forman parte del tratamiento junto con la práctica de yoga que facilita la relajación muscular.
Todas las actividades que ayuden al cerebro a distraer la atención de las actividades cotidianas, de los pensamientos y preocupaciones disminuyen la respuesta al estrés y mejoran la calidad de vida.